01 diciembre 2009
Te verás caer
la vida parece un suspiro.
Tres metros bajo tierra
hay un callejón silencioso.
A veintidós años luz
la vida es tan sólo un juego.
Te verás caer
y la nada reconocerás
como un montón de recuerdos inconexos.
Eso que fuiste,
es todo lo que serás,
todo lo que serás.
¿Cuánta lástima sentiría Dios
si se enterara de tu vida eterna?
A veintidós años luz
la vida es tan sólo un juego.
Te verás caer
y la nada reconocerás
como un montón de recuerdos inconexos.
Eso que fuiste,
es todo lo que serás,
todo lo que serás.
25 noviembre 2009
Velo el silencio
cuando lo hago, velo el silencio.
Arropo el aire, me descalzo,
tiembla el suelo, con el cuerpo adentro,
la mar que soy se quiere lejos
para todo el tiempo que queda en ese barco
pasándola hace quinientos años.
El reloj inunda la mar.
Más fuerte la inunda cuando velo el silencio.
La rueda, la ponzoña,
me pasa por el intertanto:
la mar,
la vida frente a frente mientras se corta el verso.
Cuando lo hago,
me caigo por el borde de un barco sin fondo.
29 septiembre 2009
26 agosto 2009
Al alba del fin
-pecho abierto-
quiero desayunar
el fin del mundo:
Con aquel cuarteto
-tostadas y huevos-
jinetes hambrientos
devorar la vida:
En el último fuego
-café mediante-
saborear sin pena
el último tocino.
19 agosto 2009
Última caída del hombre americano
¡Cantad los fuegos del alto cielo! Descenderán como ira en los gobernantes, sobre los reyes de la tierra. Los que canten tan pobres como puedan, tomarán la tierra como herencia, la cultivarán para saciar las venas de tanto antepasado muerto. Aquel que muera, que no viva para la vida eterna; aquel que viva, que viva para la vida eterna hasta que muera, amigos míos.
17 julio 2009
Beethoven
Me hice acompañar por uno de sus tantos cuartetos de cuerda.
Apenas comenzó el violin dejé de escucharlo.
Apenas entró la viola escuché una voz.
Apenas el violonchelo y yo supe que no estaba loco:
Beethoven aprendió a hablar otro lenguaje.
No recuerdo haber comprendido tan bien una pieza de música en mi vida.
Quise llorar, ojala solo y oscuras.
¿Qué importancia tiene la voz de un muerto?
Quise acompañar un rato al sordo.
Hundirme en la tierra hasta tocarle las manos.
Ahora quisiera ser sordo, y hablar otro lenguaje.
17 junio 2009
Vuelves a mí
Lacra
Pedazos de piel al pozo
No eres más que dolor echado al fuego reposado de los otoños
No sé
Querré verte la muerte
Y arrepentido te pediré los pies para besarlos
Soy un pantano de agudas voces
09 junio 2009
Dolor de barriga
Boca de barriga.
El humus serpenteando en el pescuezo
asoma la cabeza fuera de la barca.
Ese reflejo del agua es una vuelta interminable al universo.
Me voy de la vida por la boca.
Me advierten que no mire al fondo:
no querré ver algún pariente mío,
a ese Santo que no aguantó el viaje.
Desvío la vista hacia mis acompañantes.
Todos han caído al sueño.
Me niego.
Abriré los ojos hasta la última orilla.
Dolor de barriga que cruza el último río.
Boca de barriga.
El Diablo me toma por la lengua,
mete la mano en las entrañas
y revuelve todo adentro.
No ha encontrado lo que busca:
que no soy yo, que me regresen.
El siguiente y ya no quiere hacer más eso.
Me toman por el brazo.
Zarpo río adentro.
Sudo.
Vomito el aire que tengo en la barriga.
Sujeto fuerte el lavabo.
Aprieto la cruz en mi bolsillo.
03 junio 2009
Viejo barrio
avanzaste, viejo barrio.
Si por la línea del tren te conocía,
ahora ni por vagón te diferencio.
La estación gris del cementerio abre los brazos.
Dónde más podrías esconderte.
No me queda más cuerpo.
Ahí me lleva la noche.
Apareces frente a mí con esa luz roja.
Eres un portón que nadie abre y nada cuida,
has muerto, lo sé, no necesito corroborarlo.
Te dejé tal cual: entrejunto, en el sector sur.
He sido yo, recuerdo.
He construido hacia el oriente.
Levanté torres que cierran el valle.
Te quité mis ríos,
mis bosques,
mis aves para dejarte seco.
No quería volver a verte.
Lo olvidaré, seguro.
Y seguiré buscándote.
Padre
has bifurcado las avenidas
de mi ciudad vacía.
Llevas a un nido de ratas.
28 mayo 2009
Poema
Te reconozco
avanzando por todo mi aliento
hasta que sales al mundo como la madre de mis hijos.
Eres frágil, llana, luz sobre el sinrazón.
Te deseo así, bordeándome la piel, huyéndola.
Entonces decido:
Intentaré poseerte,
tomarte por el centro del pecho y recorrer tus bosques,
recién fecundos en mi boca.
Te retiras apenas juzgas mis ojos:
vaho al sol; me dejas tan sólo el halo.
Me quiebro.
Lloro porque la vida gira, y te me haces línea recta.
Así te presentas: esquiva, indomable.
Te ignoro con la distancia del que ama sin entender.
19 mayo 2009
Lo que la sangre
Lo que la sangre a Dios:
Mi fuga es a tus manos,
lo que la sangre a dios.
13 mayo 2009
*
Te han explorado, tantas veces
han salido al mar cabizbajos,
ensogados, nauseabundos,
y hoy,
como siempre,
te has venido a la orilla cuando yo menos lo esperaba.
Tuvieron que dar la vuelta,
tan firme el remo,
el puño;
apenas vio el muelle
se quebró la sal en las llagas,
y te quisimos para la muerte.
Hasta el frío tempranero te escupimos el odio.
Luego salimos a buscarte.
05 mayo 2009
giraba yo
Giraba yo sin poder parar. Kinder y patio de tierra. No, no te vayas, quédate un rato. Yo sé que hay ruido y que la sala dificulta la concentración, pero escúchame un poquito. Giraba yo sin poder parar. Kinder, sol y patio de tierra. Debió ser un recreo, por que otros minúsculos niños se huracanaban en torno a mí. Creo que empecé a girar jugando a marearme, a ver cuanto podía aguantar antes del vómito. No, no, espérate. Yo sé que no te interesa, pero se pone bueno, en serio.
Kinder sol y un mundo quieto
Niños girando huracanados
El deseo de quietud lejos de mi giro
Recuerdo que recordé lo que no podía recordar. Es mi recuerdo más antiguo, y recuerdo que lo recordé. ¿Te dije que giraba sin parar? Seguramente, el giro motivó una unión cerebral, quien sabe si sináptica, que me trajo de vuelta un recuerdo ido, perdido en algún lugar sellado.
Mi primer recuerdo giratorio.
¿Te acuerdas de Denver, el dinosaurio animado de color verde que usaba gafas oscuras? ¿El que vivía en una cochera gringa y tenía un amigo de lentes gruesos y un gorro del Chavo?
Espera, espera, no importa que no te acuerdes. Lo importante es que me escuches, nada más. Yo sé que vienes al taller por otras cosas, pero escúchame.
Mientras giraba yo, un niño de Kinder jugando a girar en un recreo, recordé mi primer recuerdo por no poder para de girar. Recuerdo que mientras giraba, recordé que jugaba yo a ser Denver, escondido entre las sábanas blancas de mi madre. Nunca fui al jardín pensaba yo mientras giraba y aún así sé contar. Como nunca fui al jardín, jugaba con espectros a los cuatro años. Cuatro años, tres meses, dos días, una hora para ser exactos. Por que recordé que sabía contar mientras giraba.
Era kinder y levantaba polvo con mi giro. Recordé girando que jugaba yo a ser Denver escondido en la cochera gringa, tratando de escribir un mensaje para mi amigo de lentes y gorro del Chavo.
-Apúrate Denver- recuerdo que recordaba mientras giraba recordando que jugaba a ser Denver.
Pensé girando, ¿cómo es que el amigo de lentes me pedía escribir siendo yo un dinosaurio y al mismo tiempo un niño de cuatro años que claramente no sabe escribir?
Posiblemente, mi imaginación nunca supo eso y por ende el amigo tampoco.
Por favor, no te vayas, niño del taller, te prometo un final feliz. No me gusta hablar solo.
Imagínate que todo esto pensaba yo mientras giraba. O sea, giraba, pensaba, escribía unos garabatos que intentaban ser letras mientras yo no podía detenerme. Recuerdo que giré y recordé que corrí a preguntarle a mi madre –siendo Denver- que cómo se escribía “tráeme un emparedado con mantequilla de maní, amigo de lentes”, pero ella, astróloga de la gastronomía, intentaba determinar la alineación astral exacta entre el pan y el huevo revuelto que preparaba, así que me despachó con un “después te digo”.
Tuve que escribir las letras yo mismo, recordé mientras giraba en el patio del Kinder. Esas letras, las estás leyendo tú, hombre del futuro, que yo escribí Siendo Denver, un dinosaurio con hambre.
01 mayo 2009
¿Estas alas heridas quiero?
Sí.
Quiero volar aunque sea
sobre la muerte y sus dominios,
quiero saltar sus edificios,
y mi cuerpo al suelo
bajo la sombra de mi último batir.
Sí.
¡Dame esas alas, Primer Caído!
Sabré evitar la ira de mi Dios,
la miseria del hombre
posado en tu lago,
esperando el milagro incierto.
Sí.
Estas alas quiero, heridas.
25 abril 2009
Lumitante: una hoguera en la tormenta
Me permito un ejemplo para ilustrar lo sucedido: Lumitante fue la entrega de una divina hoguera encendida bajo una tormenta inminente. ¿Cuál fue el error de los sacerdotes de la tribu escogida? La vacilación, la indecisión, la abulia. Elegieron detenerse a observar como la hoguera crecía y tocaba el cielo, en vez de construir el templo que la guardara para la posteridad. Y entonces, cuando el fuego más alto estaba, y más cerca de Dios ellos se sentían, se desató la lluvia y el viento, y la hoguera tan insigne a los ojos de los sacerdotes, decayó hasta convertirse en triste madera mojada.
Por cierto los sacerdotes, apenas les fue entregado el fuego, discutieron el designio. Unos abogaban por el templo, lo clamaban por si venían las lluvias u otras tribus, por si faltaban algún día los sacerdotes, el fuego no se extinguiera. Otros, más ensimismados en el fuego, no querían alabarlo en un templo y encerrarlo para el resto de la tribu, sino verlo crecer hasta rozar las estrellas, libre y desatado.
Los sacerdotes no pudieron decidir qué hacer con el fuego entregado. Llamaron a más sacerdotes de otras tribus para no negar la grandeza de la hoguera que tocaba el cielo, pero ninguno de ellos volvió a mencionar la necesaria construcción. Todos se dedicaron a mirar el fuego.
¿Qué ocurrió con los sacerdotes cuando se extinguió la hoguera? Todos tomaron su rumbo, regresaron a sus tribus y sus antiguos cultos. Olvidaron la luz cegadora de la poesía.
21 abril 2009
Besar las bocas del tiempo
no existe en absoluto el tiempo"
Harald Weinrich
Tal no besar las bocas del tiempo
Esa paradoja oscurece el rostro
No es exceso de verso o caída en seso vástago
Ese dolor de muelas
Llaga el centropecho con picahielos oxidado
Es cáncer de mamas y puñalada en las costillas
A mano de mejor amigo
Es cierto
Nunca quiero ser lenguaje
Tal cual nunca he querido ser tiempo
Pero aclaro
Lo soy cuando soy sexo
Soy tiempo cuando no hay lenguaje
En bocas negras que me aguardan
-Eso no lo he pensado-
Pensar que yo he de pensar eso cuando no haya sexo
Por falta de lenguaje quizás
Avanzaré hacia las bocas
Y que sabes tú
Un poema fracase por falta de tiempo
18 abril 2009
1 adelante: recuperé las ganas de escribirme solo, sin mentiras y con muchas.
2 atrás: ya no leo y ya no escucho esos hermosos poemas de Metro andando.
¿qué hacer?
Así, a la rápida: menos poesía y más poemas; menos que decir y, por lo mismo, menos que callar.
27 febrero 2009
Lo que se me ocurre
Si algo saliera mal y no quisieras construir conmigo esa escalera, te volveré a llenar de larvas el cuerpo.
17 febrero 2009
Futuro condicional
Así empezaría nuestra conversación
Pasaríamos la noche recorriéndonos los pasajes oscuros
Entrando a nuestros cafés pasados de moda
Comprando mapas para salir a navegar por las calles desiertas
Que nos dejamos el uno al otro
Ahí descubriríamos que somos ciudades devastadas
Abandonadas por el miedo a las tempestades
Y que por ellas solo andarían los perros sin dueño
Esperando por dentro un rescate furtivo
Así pasaríamos la noche
Dibujando lugares por donde haríamos el amor
Y nos daría risa y luego esos ojos
Ahí nos detendríamos a observarnos y a dormirnos
Así la mañana se nos vendría encima
Aún abrazados
Con un candor que derretiría el fin del mundo
Y esas ciudades vacías
Te levantarías y odiaría que te fueras
Y tan sólo eso
Así acabaría nuestra conversación
Silencio
11 febrero 2009
É esse nome
Eu que toco o corpo de uma mulher com esse nome
Sento um ave que brota de seus olhos
Voa para além dos sentidos
E quando regressa
Posa-se na garganta
E tira o ar e fá-lo impulso
Nascemos
Na garganta minha nascemos
E o ave volta a seus olhos
E recien nascidos queimamos-nos
E mal dói
¡É esse nome o que as faz de fogo!
E esse nome o que dá e tira a vida
10 febrero 2009
Te vas con las palabras
Vas cruzando la calle
Hacia los árboles del jardín que soñábamos
Y nos escondes en los frutos secos
Vas en el Metro tan temprano
que oscurece en los ojos la luz intermitente
Y nos lees cuando alcanzas a seguirnos
Vas contando las horas
Te sientas en las ruedas para esperar la sombra
Y el mediodía te sabe a mis besos
Te vas con las palabras
Y con los dedos
Y la distancia
No quiero regresar
Me doblo hasta mirar desde la punta de mis pies tus ojos de caribe en tormenta
Me quiebras el horizonte hasta dejarlo circular y ciego
Yo soy ese que te mira por la espalda y te siente a través de tus senos cuando me miras
Porque cuando me miras
El cuerpo se trastoca
La boca se alimenta
El vacío convulsiona
Y el universo me es tu cuerpo completo expandiéndose hasta el fin de los días
Cuando me miras desnuda
No me dejas ser mas que un cielo cubriendo tu tierra
Pasando hasta las noches
Y cierras los ojos
Y el mundo cae
Y cierras la boca
Y no quiero regresar
09 febrero 2009
Deus est!
Los Dioses beben la copa del vicio
Crostos Hermes impilito danza:
Degustan la boca del fuego perdido
Crostos Inti impilito danza:
Son todos el mismo girando en el sol
05 febrero 2009
Basta que deje de sonar el tono
Basta que deje de sonar el tono
Para que todo se vuelva una conversación nerviosa
Un tantas cosas que quiero decirte al oído
Todo lo consume el silencio
Y ahí viene el dolor
Basta que deje de sonar el tono
Para vaciar el sueño de una vida juntos
04 febrero 2009
Tempestad del sacro escarnio
Tempestad del sacro escarnio
Cuéntame porqué el dolor
Anuda tu excusa en mis ojos
Déjame reir con ella
Tan sólo una vez más
02 febrero 2009
Tus besos se devoran el miedo
somos un poema de amor
Un dolor inmenso
Un río de palabras
Un castigo sin razón
Un silencio en la distancia de los días
Somos
Ahora mismo
Un no resisto cuando estás en frente
Un espérame hasta que sea necesario
Un no busques porque estoy contigo
Un descúbreme cuando estamos a solas
Y la luz se apaga
Y por un momento
Tus besos se devoran el miedo
05 enero 2009
I
Al fin recorrí tus calles
Tus mendigos
Tus ríos contaminados
Y tus barrios corrientes
Eras una ciudad bajo el agua
Descendimos ese mar con los ojos clavados en la muerte del otro
En cada arrecife pegándonos sentimos la necesidad de no ser pareja
En cada ola un rostro ajeno
Ese morir ahogados
Esa lucha contra la posibilidad de empuñarnos para mantener el aliento
Fue la hoz que nos abrió paso por las profundas selvas que se alzan tras la carne
No quisimos decirlo
Pero lo aceptamos
En el centro de los cuerpos
Ahí no estaba el otro
Sólo uno
Y la puerta abierta