24 octubre 2008

Cansancio

A veces el cansancio ciega.
La mayoría de las veces ata.

He tenido ganas de no escuchar a nadie, de callarme los oídos al mundo.
He tenido ganas de matarme la voz cuando parece pecado el sonido que sale de la boca.
He sufrido -este último tiempo- una constante vocación por lo ido.
He padecido, para mi desgracia, noches entera de insomnio.
He despertado cansado.
He cerrado los ojos atado.

He muerto varias veces la última semana esperando un vértigo que renueve el alma.

21 octubre 2008

Paso a paso

Mi amigo Amaru me mostró el otro día a un cantautor chileno, se hace llamar Chinoy. Lo que más me impresionó cuando lo escuché fue la intensidad de su guitarra y la libertad de sus versos: pareciera que trae gritos sin voz, caídas, vuelos, soplos tomados del mar y puestos para que cada uno vea la vida propia en las canciones que canta. Yo no lo conozco ni mucho menos, pero siento que hay algo de mí en el paso a paso de Chinoy: sus palabras, su guitarra, Chinoy, y uno mismo (el que escucha), forman un nexo vivo que estrecha la distancia con la vida, el día a día y la maravilla de existir.
Por irreprimible, aquí su "paso a paso":



Paso a paso

pasado, me habla de un cielo gastado
pasado, no hay donde ponerle el ataúd
pasado, lo que que viene ya ha pasado
pasado está el muerto Lázaro

pasado, la mirada del pescador
pasado, las flores en un baúl
pasado es el parto retrasado
pasado, los aplausos en mi club

pasado el más viejo de los parientes
mírenlo se le están cayendo los dientes

la guitarra del brazo, las mañanas de ojeras
una nube en el vaso, versos para morir

una hora de atraso, me avisan por si acaso
el perla sin trabajo, ven si quieres venir

cometa de la zuela, calle de los atajos
viaje a la luna llena, humos de su venir

santo a garabatos, hecho entre camotazos
me voy en otro rato, la chancha va a parir

venga la vida con sus arterias
llena de parches para seguir
la flor brotando de la vereda
el paso a paso para partir

venga la vida con sus arterias
llena de parches para seguir
la flor brotando de la vereda
el paso a paso
hoy

la princesa del sapo, las manos de mi abuela
lágrimas de payaso, caer para subir

la patria mis zapatos, la risa una bandera
pónganme la tetera y un ramo en la nariz

al son de los balazos, vela tras otra vela
chaparrón de gargajos, moscas para el festín

un desfile de cascos, cae la enredadera
traiganme una escalera, para irme a dormir

venga la vida con sus arterias
llena de parches para seguir
la flor brotando de la vereda
el paso a paso para partir

venga la vida con sus arterias
llena de parches para seguir
la flor brotando de la vereda
el paso a paso
hoy

17 octubre 2008

Adán

Adán
Manten limpias las aguas
Limpias las bendiciones
Esconde en el reflejo la costilla
Cose tu boca a toda injuria

Mantente firme a la tempestad
Regaña a tus hijos si se alejan
O alejan la vista a la escritura
Échales los ojos a la fuente
Que beberán ciegos sino mudos a la tentación

Mantén el ojo atento a los Telémacos
Los Prometeos y los libertadores
Te levantarán la tierra para heredarla
A sus hijos
Raza impura
Infecta y sucia arrebatada de mis brazos

Reza y pide fuerte las cegueras
Los reflejos
Los muros que agitan la violencia
Del vacío

Adán
Porque si soy yo
Es el hombre y la fuerza de la paz




13 octubre 2008

Todesfugue

Hablemos de Paul Celan, de su muerte y el rumbo que tomó su vida tras la caída al Sena. Hablemos de los nazis, de Czernowitz, de la esperanza que guardaban en la muerte los débiles de alma. Hablemos de "fuga de la muerte" o "muerte en fuga", su sitio entre los mejores poemas del siglo, sin duda. Hablemos de lo que siento cuando Paul Celan me habla en su poesía y el éxtasis de sus imágenes en la obra de otros poetas. Hablemos pues, de un poeta que murió poéticamente como mi amigo Leonardo Murillo, uno de los grandes y admirados. Hablemos de sus fugas, de sus exterminios, de sus muertes cuando la fuga no bastó.

No hablemos, si eso quisiera Celan.
Callemos como lo hizo Murillo.
Gritemos si eso nos aliviara un poco.

Ese dolor es la ruta -cada verso lo sabe, ¡oh, lo intuye!-
la verdadera cima del poeta
ese goce, lo destructivo
-Ad astra per aspera-.

Yo no quisiera ser dolor, pero si la vida lo permite
me vaciaré como los cántaros:
seré vino para los que buscan agua,
seré agua para los que tengan sed.

Yo no quisiera ser fuga, pero si la vida lo permite
recorreré furioso la música de los muertos:
seré la tragedia de los días,
seré los diás dibujados en el cuerpo.

Si yo no fuera,
¡Ay de mí
que no sabe del tiempo sin el dolor!,
no sabe nada:

Esa leche negra del alba quisiera yo beber
como un sol que venga a los caprinos de la mañana.





09 octubre 2008

Estos ojos

Levantar los ojos al cielo
Pecado
Es el cielo

Levantar los ojos del cielo
Pecado
Este cielo

Levantar el pecado al cielo
Pecado
Estos ojos

Levantar el cielo
Es pecado
Son estos ojos

02 octubre 2008

Poema diario

Me he obligado al poema diario:
Lo que antes engendraba gusanos,
encarcelaba,
ataba y castigaba por lo crudo,
ahora parece menos doloroso,
caledárico y silente.
Esa pequeña voz conduce,
por fin,
un ocaso que anuncie día.

Me he obligado al poema diario:
Nadie nace con poemas diarios,
son artilugios, desórdenes,
patas arriba la conciencia,
la inconciencia:
yo no quería ser de los poemas diarios,
pero apremia la veta,
esa que quiebra las articulaciones de uno.

Cierro:
me he obligado al poema diario.
Me he obligado al tránsito,
a la ciudad,
a las misas y al sexo.
No más flojera al ser inerme:
respondo:
ad astra per aspera.