28 noviembre 2007

Lugar común

-Dígame usted, señor de las formas, ¿cómo es que se hacen los poemas?
-Tiene usted una mente refractaria estimado... francamente, el poema lo hace a usted.
-Claro, claro. Y dígame una cosa, ¿qué hace que un poema sea bueno?
-Pues que pertenesca a la poesía, obvio.
-Usted está equivocado, mi señor de las formas.
-Acláreme su diatriba, señor de juicio fácil.
-Verá. Usted tiene todas las respuestas, pero no tiene preguntas que formularse. Así no puede existir la poesía.
-Adonde la viste hueón... ya, ándate...

Algo pasó en la esfera de las ideas. Parece que se acabó el ingenio.

3 comentarios:

Tama dijo...

me gusto...
muy weno e innovador en ti, sin embargo algo no me gusta...
el termino no me agrada, no es necesario el garabato creo yo.
pudiste finalizar mejor evitandolo.

te amo

Amaru dijo...

Del mismo modo que lo que los conchesumares -discúlpame Tamy, pero no hay otra forma de decirlo- posmodernos plagaron el quehacer filosófico, la poesía estriba en las preguntas.

Si supiéramos todas las respuestas, ni Dios tendría fundamento. Por ello se emparenta tanto con la poesía.

Unknown dijo...

Me pasa que hay mucho que no sé...
que, me ha dado cuenta, no he pensado.
Aún no invoco esas palabras para sumarme al camino de las analizaciones. Yo escribo y hablo o hablo-escribo, pero también saco las ideas desde lo que no puedo contestar con "singracia". la poesía me revela la inmensidad y me la separa para que tome sus partes y las haga más mías...
Saludos!
Claudia