01 noviembre 2007

Este es su tablero

Jesucristo como la principal herramienta de abolición de contradicciones en la Iglesia Católica. No se olvide nunca que la Iglesia es una institución inspirada y constituída por Dios pero dirigida y administrada por seres humanos, tendientes a ser siempre seres políticos. Así, en medio de este diálogo de la esencialidad divina con la historicidad humana, se hacía completamente necesaria la imposición de una figura sintetizadora y facilitadora de coherencia: Cristo, el hijo de Dios. Porque él fue humano, sí, pero también es Dios.
No se me malinterprete. Yo no digo que Jesús es una invención barata de unos hombrecillos, no. Digo que de alguna forma, Dios (omnipotente y omnipresente) se las ingenió para reducir al mínimo la contradicción de su pueblo a través de su hijo. Por ejemplo, piénsese en las famosas cruzadas o en la inquisición. Prácticas barbáricas desde el imaginario moderno, de acuerdo. Pero si nos detenemos tan sólo un instante en los hechos, apreciaremos la determinación de que esos eran los actos correctos, los pasos obligados a seguir por la Iglesia, ya sea porque era esa la manera de entender la divinidad y satisfacer a la divinidad (el proyecto bélico de defensa de la fe) o por extravíos propios de la condición humana de los que dirigían la institución de origen romano. Por cualquiera de las dos partes (por sistema epistémico o por error humano) la divinidad salvaguarda a su pueblo en la figura de Cristo: Siempre la iglesia a caminado hacia él, independiente de como se piense en las distintas épocas.
Entonces, no se diga que Dios juega mal las fichas si este es su tablero.


1 comentario:

S. Ignacio Gallegos dijo...

De todas maneras, es una pena que esa visión de la divinidad que se tenía en la Edad Media cobrara tantas víctimas. Fue un período en que la Iglesia pasó a ser una institución asesina. No olvidemos que también participó de la barbarie ocurrida en América, después de su descubrimiento por parte de España.

De todas maneras, Cristo también redimió esos pecados en la cruz.

Saludos. Buen blog