Me he obligado al poema diario:
Lo que antes engendraba gusanos,
encarcelaba,
ataba y castigaba por lo crudo,
ahora parece menos doloroso,
caledárico y silente.
Esa pequeña voz conduce,
por fin,
un ocaso que anuncie día.
Me he obligado al poema diario:
Nadie nace con poemas diarios,
son artilugios, desórdenes,
patas arriba la conciencia,
la inconciencia:
yo no quería ser de los poemas diarios,
pero apremia la veta,
esa que quiebra las articulaciones de uno.
Cierro:
me he obligado al poema diario.
Me he obligado al tránsito,
a la ciudad,
a las misas y al sexo.
No más flojera al ser inerme:
respondo:
ad astra per aspera.
1 comentario:
Mientras no obligues a los poemas todo perfecto.
Saludones.
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