No sé cuantas maneras hay para decir la misma cosa, pero si sé cuantas maneras hay para decir siempre una distinta: una, y es hacer poesía. Mi primer presupuesto es que nunca se puede decir la misma cosa dos veces, ni siquiera sugerirla dos veces, sin que tal cosa esté contaminada de otras cosas que arrastró con o sin querer. En otras palabras, todo es induplicable en la poesía, nada escapa de la irreductibilidad de la palabra poética. Es la potencia de ésta la que permite que el elemento invocado sea siempre uno nuevo, incapaz de repetir el anhelo por el que fue invocado el otro, e incapaz presuponer la potencia que tendrá el siguiente elemento.
La creación como espacio real de la palabra y la palabra como un hecho nuevo, hijo de la potencia poética.
La creación como espacio real de la palabra y la palabra como un hecho nuevo, hijo de la potencia poética.
-Poética mía, hace un par de días, llena de grietas y defectos.
La amé sin duda, pero debí dejarla por la coherencia del canon discursivo actual.
La amé sin duda, pero debí dejarla por la coherencia del canon discursivo actual.
3 comentarios:
Brillante, de verdad. No me sorprende de ti, incluso: ¡exijo más!
me gusta... cada día me sorprende más tu poesía
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