Ese loco enajenado que corre sin mirar y desde lejos le sonríe al reflejo de Dios
No se detiene
Irritado avanza a doble paso gritando su ideal soñador de mundos ordenados
Confiado avanza de llegar a la época donde lo esperan impacientes
Distraído avanza entre la gente entregada y sometida a sus
[deseos
Ah pero no yo embustero
Yo te observo y no creo en tu jugarreta de falsas correcciones
No me atrapas en tus cánones solares
en tus arenas pérfidas
en tus dormidas ganas de dominarlo todo
en tus dormidas ganas de dominarlo todo
Tú me perteneces aunque no te guste
Yo tu amo
Yo tu padre
Yo tus manecillas de correr cansadas
Yo tu dios
Yo tu todo
Tiempo embustero ya no más
Invención fatal que acaba en el intelecto
brindaremos por tu caída y pronta esclavitud
Tic por mí
Tac para mí
Tic por mí
Tac para mí
2 comentarios:
El tiempo es la mirada inquisidora del otro, reflejada en mi apacible simpleza. El tiempo son los otros, el tiempo es Dios.
Entre todas las incertidumbres que nos mueven, sacas una voz dogmática e imperativa, revelación de la verdad absoluta. Tesis: Te consume el ansia y la palabra escapa muerta de miedo, proclamando columnas a las que arrimarse en estos tiempos de locura, locura y muerte transmutada.
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