quiero creer en un fuego ubicuo,
quiero orar y desgarrar la garganta en la esperanza de la muerte,
quiero comulgar y desafiar a la materia,
quiero ser transustanciación de la palabra,
hostia y vino para mis hermanos.
quiero caer abatido
-por qué no-,
quiero sangrar en la duda para salir fortalecido,
quiero debatirme entre el sexo de mi esposa y la santidad del verso,
quiero desafiar esa línea vacua que arroja a la neblina el poema,
quiero,
sin dejar de ser,
cantar la victoria de la vida eterna.
Quiero la palabra a la derecha,
la luz tremenda de la resurrección.
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