Lo que se me ocurre es llenarte de larvas el cuerpo y luego besarlas hasta hacerlas mariposas. Luego, en la más grande que surja, volaremos hasta la copa de un árbol viejo. Ahí nos detendremos y lo regaremos con abundantes lágrimas hasta que aparezca la primera hoja color verde ojos de Tamara: esa será la primera piedra de nuestra casa. Haremos un nido lentamente, para no perturbar a nadie. Hoja por hoja avanzaremos hasta construir la última parte de nuestro hogar: una escalera que nos lleve de nuevo al suelo.
Si algo saliera mal y no quisieras construir conmigo esa escalera, te volveré a llenar de larvas el cuerpo.
Si algo saliera mal y no quisieras construir conmigo esa escalera, te volveré a llenar de larvas el cuerpo.